Melamil®
Complemento alimenticio a base de melatonina al 99% que ayuda a conciliar el sueño
La alimentación y el ejercicio serán clave para tu bienestar en este período. Con este artículo queremos ofrecerte algunos consejos para que disfrutes del embarazo, que te aseguramos pasará mucho más rápido de lo que crees.
El embarazo es una etapa preciosa en la vida de una mujer. Si estás embarazada ya sabrás que en los próximos meses vas a tener varios hitos importantes mientras tu bebé va creciendo semana a semana.
Rodéate de personas que te apoyen o de otras embarazadas primerizas, compartir momentos e inquietudes puede hacerte vivir estos meses de forma más tranquila.
Primeros pasos al saber que estás embarazada
Lo primero cuando averigües que estás embarazada, si no lo has hecho ya, es buscar al personal médico que va a seguir tu embarazo, ya sea en el centro de salud o por parte de profesionales de obstetricia y ginecología. Serán quienes registren los cambios que van ocurriendo en tu cuerpo y te guíen por todos los controles que tienes que ir realizando.
Descarga una app del embarazo, donde puedas ir viendo semana a semana la evolución de tu bebé, conocer las experiencias de otras madres o incluso llevar un registro de tus síntomas de cara a hablarlas en tus siguientes revisiones médicas.
Deja completamente el alcohol y el tabaco, y, si no estás tomando vitaminas prenatales, consulta en tu primera visita médica las más adecuadas para ti.
Entre otros, algunos síntomas normales el primer trimestre de embarazo pueden ser:
Todo y que puede haber alguna mancha de sangre las primeras semanas, debido a la implantación del óvulo, y ésta es totalmente normal, si tienes cualquier pérdida o sangrado consúltalo con el personal médico lo antes posible.
El segundo trimestre normalmente es el más placentero, pueden desaparecer las náuseas o ser muy poco frecuentes y, todo y que puedes empezar a notar a tu bebé y sus movimientos, aún no es lo bastante grande como para que estés incómoda.
Si tu médico no te dice lo contrario, realiza estiramientos, camina o practica ejercicios suaves. Puedes adquirir una pelota de pilates para ejercitarte en casa. Mantener el cuerpo fuerte te ayudará también más adelante en el trabajo de parto y puede evitar que aparezcan calambres o dolores musculares.
Asiste a clases de preparación al parto, lee sobre lactancia, infórmate sobre el sueño del bebé y sobre el post parto. Estar informada te ayudará a reducir la ansiedad. Si no hay grupos preparto, con otras embarazadas primerizas, presenciales en tu zona o los horarios no te permiten acudir, puedes buscar fácilmente grupos en línea.
Algunos síntomas de este segundo trimestre del embarazo pueden ser:
Habla con tu bebé, cántale. A partir de la semana 23 después de la concepción, tu bebé puede ya responder a los sonidos que le son familiares.
Este trimestre puede resultar el más incómodo, es todo un desafío físico y es común tener miedos o preocupaciones sobre el parto
¡Ya mismo vas a conocer a tu bebé!
Prepara un plan de parto, ten lista la maleta del hospital y termina de conseguir todo lo que tu bebé necesitará una vez vuelvas con él a casa.
Algunos de lo síntomas que puede aparecer en el tercer trimestre del embarazo son:
Usa ropa cómoda, calzado no muy apretado y un buen sujetador que se vaya adaptando al crecimiento de tus pechos.
Este es el momento de empezar a fijarte en tu alimentación durante el embarazo y tener una dieta equilibrada que le aporte a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios.
Come fruta de temporada todos los días, por lo menos tres piezas, y come verduras al menos en dos de las comidas diarias. Si comes carne, mejor blanca y nunca cruda.
El pescado es siempre más digestivo que la carne pero evita los que provienen de grandes peces, como el emperador, el atún rojo o el lucio, para evitar los niveles altos de contaminantes como el mercurio.
Bebe mucha agua, mantén tu cuerpo hidratado en todo momento.
El pescado es siempre más digestivo que la carne pero evita los que provienen de grandes peces, como el emperador, el atún rojo o el lucio, para evitar los niveles altos de contaminantes como el mercurio.
Los lácteos o derivados son una gran fuente de calcio, toma entre dos y cuatro raciones al día.
Evita el sushi, la carne cruda, los mariscos, los alimentos poco hechos, los quesos o lácteos no pasteurizados y reduce la sal en tu dieta.