Si tu bebé está suffriendo un cólico, tómate tu tiempo para observar cuidadosamente a tu bebé y reconocer sus necesidades: ¿Tiene hambre? ¿El pañal está lleno? ¿O solo necesita algo de paz y silencio?
Un entorno tranquilo y una rutina diaria estructurada ayudan mucho en estos casos. Si tu hijo se altera o chilla, no le des palmadas en la espalda. Evita el exceso de movimiento, así como la música alta o los juguetes ruidosos. Si acunas a tu bebé, hazlo de manera lenta y calmada.
Si es hora de irse a dormir, dale a tu pequeño la tranquilidad para hacerlo y no acudas corriendo si comienza a llorar. No te tumbes junto a tu bebé para ayudarlo a dormirse. A algunos bebés los ayuda que su cuarto no esté completamente a oscuras y poder oírte hablar desde la habitación de al lado.
Respira hondo y recuerda que, de momento, tu niño solamente puede expresarse mediante el llanto. Trata de mantener la calma y la compostura incluso si a veces es difícil hacerlo mientras tu bebé sufre un cólico.