El cólico del lactante es muy frustrante, cuando vuestro bebé no se siente bien, vosotros sufrís con él, especialmente si no sabéis que le ocurre o cómo ayudarlo.
Es frecuente que a vuestro hijo le duela la barriga. Pero ¿de dónde provienen los dolores, cómo se presentan y cómo se soluciona el cólico del lactante?
¿Tu bebé llora durante largos periodos de tiempo y está inconsolable? ¿Tienes la impresión de que le duele algo sin un motivo aparente? Si tu bebé muestra al menos uno de los siguientes síntomas, es probable que sufra de un intenso malestar estomacal conocido como cólicos del lactante.
Para descartar otras causas de llanto persistente, consulta a tu pediatra.
Todos los bebés lloran: por hambre, por un pañal lleno o por incomodidad, por ejemplo. No obstante, muchos bebés lloran sin motivo aparente. Este llanto excesivo recibe a menudo el calificativo de cólicos del lactante.
Los cólicos del lactante, sin embargo, no son cólicos en el sentido propio del término. Desde el punto de vista médico, se consideran periodos prolongados y recurrentes de llanto, agitación e irritabilidad del bebé que no tienen un motivo aparente y que sus cuidadores no pueden prevenir o solucionar.
A menudo se producen durante los primeros meses tras el nacimiento. Se estima que en torno al 20% de los bebés los sufren.
En multitud de ocasiones, el motivo de base de la incomodidad de un bebé es difícil de establecer y las causas concretas de los cólicos del lactante a menudo siguen siendo desconocidas.
Los bueno es que estos síntomas tienden a desaparecer a medida que los niños se hacen mayores y el llanto suele cesar pasados los 4 meses. Solo en unos pocos niños persiste pasados los 6 meses.
Una digestión bien regulada se logra mediante la suficiente producción de enzimas y una flora intestinal sana. En el caso de los recién nacidos, ambos no están aún completamente desarrollados: el sistema digestivo sigue estando incompleto y, en consecuencia, el transporte a los intestinos es irregular.
La inmadurez del sistema digestivo puede tener como consecuencia unas mayores contracciones del tracto gastrointestinal, con el correspondiente dolor.
La producción de gas en el tracto gastrointestinal es un componente natural del proceso digestivo y no es realmente una problemática. Sin embargo, una producción de gas excesiva surgida de la inmadurez del intestino puede dar lugar a cólicos y a una dolorosa sensación de presión si no puede liberarse la distensión abdominal debido a unas heces duras. Además, el aire tragado mientras se bebe puede empeorar el dolor.
Durante las primeras semanas, un bebé necesita establecer su propio ritmo mientras se ajusta a su rutina diaria. Cada vez es más consciente de su entorno y tiene que hacer frente a un constante flujo de nueva información a lo largo de este proceso.
Un horario regular de tomas, que deje tiempo al sueño, al juego y al desarrollo de un apetito sano, también forma parte de este proceso. El bebé debe aprender este horario poco a poco. Si todavía no ha encontrado su ritmo o si este se ve alterado, la consecuencia pueden ser los cólicos del lactante.
Consejos para aliviar el cólico del lactante de tu bebé y devolverle la sonrisa:
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